Entre sombras y control: una lectura de Inside

Advertencia: este texto contiene spoilers del juego Inside. Si aún no lo has jugado, te recomiendo vivir la experiencia por ti mismo antes de continuar.

Un comienzo sin contexto: silencio, persecución y angustia

Inside es un juego en el que comienzas sin nada de contexto. Estás en el bosque y está oscuro. Pero no solo es eso, sino que das unos pasos y te enfrentas a la realidad de este mundo: estás siendo perseguido.

Absolutamente todo lo que ocurre en esta experiencia queda a tu plena interpretación. No existen diálogos, ni texto, ni siquiera una pantalla que te diga “presiona Ctrl para agarrar los objetos”. Mientras menos de esto haya, más universal se vuelve.

La única opción que te queda es ocultarte para saber qué está sucediendo, mientras experimentas incertidumbre y ansiedad. Ser capturado significa sufrir una muerte violenta. No quiero avanzar mucho en ello sin mencionar una de las decisiones más importantes que tomaron los desarrolladores al diseñar este juego: los personajes no tienen rostro. Nada. Sin ojos, sin boca, sin emociones. Solo son maniquíes como los que ves en aparadores de tiendas departamentales: fríos, huecos y desalmados.

Para las personas, poder ver las caras de los demás es una capacidad vital. Tenemos un área en el cerebro, en la corteza visual, dedicada únicamente a reconocerlas. Nuestros ojos están diseñados para escanear casi de inmediato esa parte del cuerpo de quienes nos rodean. Aunque hayamos visto un millón de rostros, cada uno nos parece diferente. La vida emocional humana se expresa casi en su totalidad por el rostro. Y es por ello que no ver caras en los personajes de Inside se vuelve desconcertante. Es algo tan básico que lo vuelve memorable. Remover un elemento clave de las figuras humanas no fue casualidad. Paradójicamente, esa ausencia les da personalidad.

Simplicidad mecánica, complejidad emocional

Inside ofrece un sistema de control muy simple. Puedes moverte, saltar y utilizar un botón para agarrar objetos. Comienzas el juego con estas acciones y las mantienes hasta el final. Aunque esta simplicidad podría parecer una limitación, en realidad se convierte en una fortaleza. El juego aprovecha al máximo esta mecánica básica mediante un diseño ingenioso de acertijos, demostrando que no se necesita un amplio repertorio de movimientos para crear desafíos variados e interesantes.

El ambiente es el que brilla en muchos aspectos. Las áreas por las que te desplazas se vuelven cada vez más grandes, permitiendo una mayor flexibilidad en los acertijos. Por momentos, uno se olvida de que el juego retrata una realidad de opresión y persecución, porque estás tan inmerso en resolver el escenario.

Puesto que ya llegamos a ese tema, hablemos del mundo de Inside. De inicio aparenta que habitas en la Oceanía de 1984, la novela distópica donde el Estado tiene un control totalitario. No obstante, esa idea se diluye un poco cuando llegas a una granja donde parece que se están llevando a cabo experimentos con animales. Como jugador, te preguntas: ¿Estoy verdaderamente escapando? ¿A dónde voy? Porque la vía de escape parece estar en dirección contraria a la que avanzas.

Homúnculos, masa viviente y un rayo de esperanza

Al llegar a la fábrica es cuando se hace evidente que no estás tratando de escapar. Tienes un cometido, un propósito. Eres un infiltrado y quieres llegar al meollo del asunto. Quieres saber qué hay en el corazón de ese lugar.

La factoría es un laboratorio donde se producen homúnculos: cuerpos humanos vacíos, sin alma, que pueden ser controlados a voluntad mediante máquinas, convirtiéndose en herramientas para la mano de obra u otros fines.

Hay otro tipo de homúnculo en el juego, uno que vive en el agua. A diferencia de los otros, este es hostil y tiene conciencia. En un giro inesperado, este ser te captura y te dota de la capacidad de respirar bajo el agua, permitiéndote continuar tu camino.

Sin duda, el momento más extraño del juego ocurre cuando te adentras tanto en el laboratorio que te topas con lo que parece ser la fuente de todos los homúnculos: una masa de pies y brazos que intentas liberar. Al final, terminas engullido por ella. La fusión de tu personaje con esa mole de carne tiene implicaciones profundas.

Existen múltiples lecturas de este hecho. Una es que fuiste llamado por esa masa para rescatarla, y siempre formaste parte de ella. Otra, que no sabías lo que ibas a encontrar y que en realidad tú la absorbiste a ella, ya que mantienes el control, como con los otros monigotes.

Sea cual sea la interpretación, una vez que te conviertes en ese monstruo, ahora sí pareces querer escapar a toda costa. Recibes ayuda, ya sea por miedo o compasión de tus captores. Arrasas todo a tu paso hasta que logras salir al bosque. Derrumbas una pared enorme, caes por un barranco lleno de árboles inmensos y aterrizas junto a un río, inmóvil, iluminado por un cálido rayo de luz: el único del juego. Ese rayo simboliza esperanza, descanso y paz.

ficha técnica

Título: Inside
Desarrollador: Playdead
Director: Arnt Jensen
Lanzamiento: 2016
Plataformas: Xbox Series X/S, PlayStation 5, Nintendo Switch, PC (Steam y GOG), iOS, Android
Género: Plataformas, puzzle, aventura narrativa

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